Se trata de una novela juvenil pensada para explicar contenidos de la asignatura de Filosofía de 1º de Bachillerato. Arturo, un joven apasionado por los pájaros, se verá involucrado en una fantástica aventura.Tendrá que enfrentarse con difíciles retos, que cambiarán su vida.
Queremos fomentar el valor de toda vida humana, desde su concepción hasta su muerte natural; especialmente la de los más necesitados. Nuestra visión es cristiana y abierta al diálogo con todo tipo de personas.
martes, 28 de abril de 2020
sábado, 18 de abril de 2020
La educación y su enorme potencial
La
educación tiene que estar al servicio de los jóvenes, y una de sus dimensiones
esenciales es ayudarles a desarrollar su personalidad.
Todo chico o chica crece humanamente a través de unas
relaciones personales cordiales y responsables. El lugar privilegiado para
estas relaciones es la familia. Una familia fuerte, comprometida, es la primera
institución educativa porque es el lugar donde se quiere a cada uno por sí
mismo. Por este motivo, la escuela ha de estar al servicio de las familias. Una
buena comunicación entre familias y profesores será un motivo claro de mejora
en la educación. Por tanto, ha de fomentarse una sinergia entre familia y
escuela, sabiendo complementar posturas y distinguir terrenos.
Todo joven es un ser libre. En el proceso educativo se
ponen en juego muchas capacidades y virtudes -capacidades bien empleadas-. El
chico y la chica necesitan atender, estudiar, así como respetar la autoridad.
Pero también han de desarrollar su tremendo potencial, siendo libres al
aprender. Conseguir esto, “educir” -detectar y hacer crecer- las mejores
capacidades y virtualidades de cada joven, es uno de los logros más valiosos de
la excelencia educativa. Esto requiere profesionales, expertos en sus materias,
así como en humanidad.
El conocimiento es otra dimensión profundamente
humana. Aunque lo que realmente conoce es el asombro, también el conocimiento
se ve favorecido por unos profesores
que sean expertos en sus materias. Sería deseable que una nación se dé cuenta
que la profesión docente ha de ser una profesión de prestigio social. Así lo
entiende Finlandia, que se encuentra en los primeros puestos mundiales de
calidad educativa. Un profesor debe saber bastante de lo que explica, querer a
sus alumnos, y estar preparado metodológicamente para su profesión. Despreciar
el estudio o la metodología innovadora son dos errores de bulto.
Cada joven necesita soñar, visualizar el futuro,
trazarse unas metas altas y sensatas. Ha de tener claro que la vida merece la
pena y que ayudar a los demás es una gozosa responsabilidad, que nos hace más
felices. Por esto, la escuela o el colegio han de educar en la capacidad de
convivir con los demás. Aprender a perdonar y pedir perdón, a tener sentido del
humor, a no venirse abajo ante derrotas parciales, a aceptar y superar los
propios defectos, son unas asignaturas de inmenso valor. No se traducirán en
notas, sino en algo más importante: un carácter preparado para la convivencia y
la felicidad.
La educación tiene un indeclinable compromiso con
ayudar a los jóvenes a desarrollar su personalidad. De esta manera ayudará a
formar hombres y mujeres positivos, realistas y creativos, capaces de forjar un
magnífico estilo de vida y un gran país.
José Ignacio Moreno Iturralde (Profesor de Secundaria y Bachillerato)
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