viernes, 26 de julio de 2019

Autonomía y dignidad humana


El término autonomía es muy valorado en nuestra sociedad. Tener capacidad para tomar las propias decisiones es algo de notoria importancia y muy deseable. Pero una hipertrofia de la autonomía puede ser también dañina. La autonomía tiene que estar al servicio de la dignidad, el valor irrepetible de cada vida humana, especialmente la de los más necesitados. Nadie en su sano juicio diría que un mendigo no merece tener autonomía, aunque de hecho tenga menos que alguien con una buena posición económica. Ante millones de personas pobres en el mundo, que no pueden valerse por sí mismas, no es humano olvidarlas y no hacer nada para remediar en algo esta situación. Valorar la autonomía por encima de la dignidad es estar de acuerdo con la opresión de los poderosos sobre los necesitados. Una lógica análoga es la que da prioridad a la autónoma decisión de los adultos, encaminada a eliminar la vida de las vidas humanas concebidas y todavía no nacidos. Atender solo a la decisión de los mayores frente a la vida aún no nacida y totalmente indefensa, es aplicar la lógica opresiva de los explotadores. Por esto es chocante, que los partidos políticos que se catalogan de izquierdas y defensores de los más necesitados sean notoriamente abortistas. Parecen no darse cuenta de que están fomentando una forma muy inhumana de capitalismo.



José Ignacio Moreno Iturralde



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