martes, 27 de agosto de 2019

La familia, la nevera y el móvil


Si una familia cierra con un candado la nevera, para evitar indigestiones de los niños, probablemente se trate de un hogar con anemia de libertad. En un frigorífico hay productos buenos, aunque se puedan tomar inmoderadamente. El teléfono móvil con datos es distinto. En la red hay muchas cosas estupendas y otras  perjudiciales. Ofrecer a los menores teléfonos con acceso indiscriminado a la red, puede ser no solo una falta de sentido común, sino un daño para los chavales. Soy profesor y, con frecuencia, observo que falta fortaleza en este punto para exigir a los menores. La presión ambiental es muy fuerte, pero el deseo de educar a unos hijos íntegros y alegres puede ser más fuerte todavía. Educar en libertad significa ayudar a que progresivamente los más jóvenes vayan aprendiendo a elegir lo mejor. Poner a menores ante la red, sin ningún tipo de restricción, a cuenta del bolsillo de los propios padres, es una imprudencia que repercute en la personalidad de los chicos y las chicas. Cada familia tendrá que tomar las medidas que considere oportunas: es un reto interesante y actual. La tecnología es estupenda, pero requiere madurez para buscar sus servicios y evitar sus peligros.



José Ignacio Moreno Iturralde

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